es un trastorno del control de impulsos que lleva al robo compulsivo de cosas. La persona que padece dicho trastorno recibe el nombre de cleptómano o ladrón compulsivo.
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Suelo tomar pequeñas cosas de mi alacena, para comer algo mientras estoy en el trabajo, pero a pesar de esto siempre tomo las sopas frías de mi compañeros de bloque. Un día robe un dinero que vi en una mesa, era tan tentador que no pude evitarlo, robo zapatos, chocolates, dulces y otras cosas en los supermercados. Soy tan habilidoso que nadie se ha dado cuenta, inclusive ni yo mismo cuando estoy distraído. Actuó por instinto, algo me dice que tomar las cosas es buena idea, que nada me pasara, pero otra voz me dice que no. Entiendo que es mi conciencia pero algunas veces la puedo ver, ese es el problema; me estoy volviendo un enfermo.
Todo es tranquilo mientras estoy en mi casa, mis dos voces me acompañan cada vez mas y ahora ya no desaparecen, solo me dicen que salga y vaya y hurte algo, cualquier cosa; la idea es tenerlas contentas. Creo que les temo y me controlan un poco, pero aquí el monitor soy yo y decido si salgo o no (en eso es lo único que puedo tomar decisión), y en cuanto salgo mi poderío se desvanece y mis dos compañeros de mente me acompañan como fieles perros, siempre atrás mío, inclusive intentan dispersar mi sombra, pero ella es más tenaz y aun no cede. Quisiera ser como ella, templada y firme. Porque en cuanto a mí, me he convertido en fiel lacayo de mis instintos de mis impulsos y como muchos se han dado cuenta mi vida aunque parezca fácil (obedecer y ya) es un poco complicada, sobre todo cuando tienes 2 voces en tu cabeza que puedes ver y una sombra que es como el opuesto total tuyo; aunque se limita a imitarme yo sé que planea algo contra mí.
Esta sombra es otro caso, tengo una relación un poco distante con ella, aunque la veo todos los días aun no la comprendo por completo. Pero aseguro, afirmo y tal vez juro que mi conciencia y mis instintos quieren hacerme una mala pasada, siempre me hacen errar pero nunca me ayudan a enmendar los errores –traidoras- . Acabo de robar unos pendientes que vi en una joyería, los policías intentan venir por mí, pero tan astuto soy que lo he tirado al caño, no me servían para nada. Mi conciencia juega conmigo, mis instintos hablan, mi sombra solo me ignora a sabiendas que ando en apuros y se queda impávida bajo mi silueta – despreciable sombra no me has de servir para nada-.
``Aun sospecho que traman algo, lo presiento, cada vez soy menos yo, no entiendo que pase, pero me están ganando. Era de esperarse, soy un cobarde.´´
Dicho y hecho, hoy ya no soy yo, hablo con mi mismo porque ya nadie cree, no me creen que no es mi culpa que ellos sean tontos y dejen sus cosas distraídas, no es mi culpa que me hagan tan fácil despojarlos de sus utensilios. Como venía diciendo, mis voces me han enloquecido; no de una manera maníaca, pero si desequilibrada, un tanto perversa. Me han pedido que me apropie de algo y no es precisamente un objeto, quieren ver lagrimas (no mías por supuesto) pero quieren saber que es apropiarse de otra vida, de la vida ajena, quieren que con mis dotes de perspicacia y motricidad, me lleve el corazón de un niño.
No entiendo el fin de esta conciencia viva que domina en este momento sobre mí, no entiendo, si me quiere hacer sufrir o hacer sufrir a los demás. Si quisiera hubiera podido acabar con mi vida hace mucho tiempo, pero esa estúpida necesidad de vida siempre me quita el aliento, me aterroriza, ni siquiera la paz ha querido estar conmigo. El infierno se acerca, lo presiento igual que los planes de la voz de mi conciencia, así mismo presiento lágrimas, no mías ahora, con la perversidad de los instintos tal vez sí. Hasta intente robar mi propia vida, probablemente pase eso, pero por ahora me limito a seguir ordenes, a robar corazones (estoy hablando en literal) de pequeños infantes distraídos, así como billeteras en bolsillos, así de sencillo es quitarle la vida, el corazón a esos pequeños niños.
Habla la voz de una persona desesperada, la voz de una conciencia que apoya los instintos y una sombra que no sirve para nada. Por eso hoy camino en la noche y siempre estoy en lo oscuro, no quiero saber nada mas de ella –habla la conciencia-.
créditos (creepy art).
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