lunes, 25 de febrero de 2013

mundo paralelo




Una noche fría de invierno, a las afueras de una ciudad no muy conocida, se encontraba una familia dolida y triste por la reciente pérdida de uno de sus seres queridos. Era la hora de cenar y madre e hija se sentaron en la mesa. Intercambiaron unas palabras, como habían pasado el día, pero la respuesta de ambas fue cortante y simple.

La hija llamada Josefina, miraba su plata de comida, a la vez que también jugaba con ella, pensando en el chico que le gustaba, que le hacía sentir ese sentimiento que lograba poder quitar todo problema de su mente, y también el más reciente dolor que la había azotado a ella y a su madre, la pérdida de su padre.

Por otro lado se encontraba su madre, con serios problemas económicos, y a causa de la reciente muerte de su esposo pasaba muchas más horas trabajando, sin descansar. Llegaba agotada a casa sin ánimos de nada, solo poder dormir es lo que ella deseaba. Pero todo eso lo hacía por el simple hecho de que ella amaba a su hija, por sobre todas las cosas.

Josefina, esa noche estaba invitada a una, una fiesta a la cual iría ese chico que le hacía olvidar el dolor que tenía dentro de su corazón, es por esa razón que quería ir a la fiesta, pero ¿cómo? Si decidía ir por sus propios medios, su madre la regañaría y la castigaría, eso era lo más seguro. Aquel chico le había dicho que se escapara, y que la esperaría unas cuadras más adelante en su auto, pero ella no estaba segura, sentía miedo de lo que pudiera pasar. Jamás había tenido una relación, pero era una chica centrada después de todo. Tardo en pensarlo, pero al final decidió que la manera correcta era pedirle permiso a su madre.

-Esta noche me han invitado a una fiesta – murmuró Josefina.

-¿Qué dijiste? – Preguntó su madre – sin entender muy bien lo que josefina había dicho.

-Que esta noche me han invitado a una fiesta, me gustaría ir. Un amigo chico me vendrá a buscar, así que no te preocupes por llevarme – dijo Josefina con algo de nerviosismo.

Su madre la miro fijamente y no le respondió. Luego de eso solo agacho su cabeza, como si jamás hubiese escuchando lo que Josefina le había dicho.

-¿Por qué actúas de esta manera?, intento ser buena hija, hacer lo correcto pero tú te comportas como una niña – dijo Josefina algo molesta.

Su madre esta vez levanto la cabeza, la miró fijamente y le pegó una cachetada, que hizo poner aún más tensa la charla.

-Te odio, odio que me trates de esta manera. Cuando mi papá estaba acá, él si me dejaba hacer las cosas que yo quería, él jamás me ponía peros, pero tú sí. Te odio, me quiero ir de esta casa, quiero vivir sola, vivir mi vida libre, y hacer lo que yo quiero – dijo Josefina.

Estaba realmente molesta, se paró de la mesa y salió corriendo a su habitación, luego solo se escuchó el golpe de la puerta dejando un silencio de agonía y tristeza en aquella casa.

Tanto la madre, como la hija comenzaron a llorar. Josefina había puesto una almohada en su cara para ahogar el llanto, sus lágrimas corrían al compás de un triste sollozo, ella solo quería estar con su padre, lo extrañaba como a ningún otro ser.

La madre después de que su hija cerró bruscamente la puerta, pasaron unos segundos, y comenzó a recapacitar de lo que había hecho, de la forma tan mal que había actuado. Se acarró cabeza, por tantos problemas que tenía y comenzó a llorar. Para ahogar sus penas, sacó una bebida alcohólica y empezó a beber, era su única escapatoria. Luego de unas cuantas copas decidió irse a dormir. Quiso pedir perdón a su hija, pero pensó que no sería el momento indicado, la mejor manera era hablar a la mañana siguiente.

Josefina seguía en su habitación, encerrada con las luces apagadas, anhelando poder estar junto a su padre y abrazarlo una vez más. Tomo una foto de su padre y la abrazó, de esa manera cerró sus ojos y se quedó dormida.

Las horas pasaron y josefina seguía en un sueño muy profundo, en el cual soñaba que estaba en un parque lleno de color verde, lleno de vida, era simplemente hermoso. A su lado se encontraba su padre, con una sonrisa muy grande.

-Papá, ¿Qué es este lugar? ¿Qué haces aquí? – preguntó Josefina.

-Hija, eso no es lo importante, lo importante es que estas junto a mí – respondió su padre.

-Es cierto, por favor no me vuelvas a dejar nuevamente – dijo Josefina.

-De acuerdo hija, ven ahora sígueme necesito mostrarte este precioso lugar – dijo con entusiasmo su padre.

Pero de pronto un sonido muy fuerte interrumpió el bello sueño que tenía Josefina, la hizo saltar de la cama, estaba realmente furiosa, pero a la vez muy asustada. El sonido había provenido de su ventana, ella la observó detenidamente pero no había nada. Un poco desconcertada, trato nuevamente de conciliar el sueño, y nuevamente otro golpe se escuchó. Miró rápidamente la ventana pero no había nada.

Se levantó lentamente de su cama, procurando no meter ruido; a estas alturas ya se había olvidado de su madre y la pelea que habían tenido. Miro su reloj y eran las 01.23 am. Pensó ¿Quién querría molestar a estas horas? Se acercó a la ventana, pero no había nadie. Recordó que el chico la vendría a buscar, quizás había sido él, pero no, no había señales de él.

Un poco desconcertada volvió a su cama, se acostó, se tapó y trato nuevamente de conciliar el sueño, pero esta vez sintió como el vidrio de la ventana emitía un sonido, como si alguien le estuviese pasando algo puntiagudo.

-¡¿Quién anda ahí?! – preguntó alterada.

Nadie respondía solo había silencio absoluto. Estaba realmente enojada, pensaba que todo aquello era una broma, se arrimó hasta la ventana para poder abrirla pero al acercarse algo le impedía llegar hasta ella, había algo, una fuerza que no le permitía avanzar, de pronto no podía moverse, se había quedado paralizada, su corazón se aceleró, quería mover sus pies, manos, su cuerpo pero nada respondía a sus órdenes, intentó gritar pero sin resultados. Solo podía mover su ojos y venía como en el vidrio de aquella ventana aparecía una mujer, primero una mano, después la otra y por último su rostro.

Josefina, estaba muy asustada a punto de desmayarse, sus ojos no podían creer lo que estaba viendo, de pronto sintió una voz.
-Necesito descanso, necesito descanso, necesito descanso – dijo aquella voz una y otra vez.

La chica estaba tan asustada, quería pedir auxilio pero aquella cosa se lo impedía.

-Escapé del infierno, me costó mucho trabajo pero aquí estoy, necesito descanso, un descanso digno – dijo aquel espectro.
Entonces las manos de Josefina se levantaron en el aire, sin que ella pudiera hacer algo para evitarlo. Se fue acercando lentamente hacía la ventana, hasta que ambas manos le quedaron en la ventana, y del otro lado se encontraba aquel demonio poniendo las manos en el mismo lugar que Josefina.

El demonio sonrió, mientras por dentro Josefina se moría de miedo, y comenzó a sentir un dolor muy fuerte por dentro, algo desgarrador, fue intensificándose hasta que no sintió nada.

En un abrir y cerrar de ojos todo volvía a la normalidad, podía moverse libremente, pero vio detenidamente la escena, y pudo ver su cuerpo del otro lado del cristal. Podía verse, en su cama, su habitación sus cosas. Asustada miro sus manos, y no eran las de ella, ese cuerpo no era de ella.

Aterrada salió corriendo a la puerta principal para poder entrar a su casa, pero al intentar agarrar la manija su mano la traspasó. Intentó otra vez, y otra vez pero sucedía lo mismo. De la misma desesperación intentó derrumbar la puerta, pero también la traspasó y pudo entrar a su casa. Salió corriendo hacia su habitación y lo que vio, no lo creía, si era su cuerpo, estaba durmiendo, intentó hacer algo, pero no podía manipular los objetos de este mundo. Comenzó a retroceder lentamente, y se puso a llorar, tratando de buscarle una explicación a lo que estaba viviendo, pero no encontró ninguna.

Los minutos pasaban y no sabía qué hacer, ¿cómo recuperar su cuerpo?, ¿quién lo había tomado?, muchas preguntas le venían a su mente pero todas sin respuesta. De pronto un nuevo sonido se escuchó en la ventana de su habitación, se acercó a mirar y era el chico que la había invitado a la fiesta.

Este siguió golpeando la ventana hasta que su cuerpo se comenzó a mover lentamente, se puso de pie y se dirigió hacia aquella ventana y la abrió.

-Ven vamos, escápate conmigo, me estoy arriesgando viniendo tan cerca, pero es lo mínimo que puedo hacer, en verdad me gustas y estoy arriesgando que tu madre se entere, pero no importa en lo absoluto, vamos – dijo el chico.

El cuerpo de Josefina estaba quieto he inmóvil sin decir nada, solo hizo un gesto con su mano invitando al chico al interior de la habitación. Josefina quería advertirle al chico que esa no era ella, que alguien más dominaba su cuerpo, pero de nada servía.

El sujeto al fin pasó, y Josefina podía observar como utilizaban su cuerpo, para seducir al chico, primero lo tiró contra la cama, luego se quitó la remera, y el chico la miraba detenidamente, disfrutando el momento. Luego siguió con su corpiño, y se dirigió a donde estaba aquel sujeto, le dio un beso apasionado, mientras que Josefina observaba la escena, sin poder decir o hacer nada.

Los dos casi estaban completamente desnudos, pero de repente un grito se escuchó, proveniente del chico. Se podía observar su cara llena de sangre, le faltaban los labios, Josefina se los había arrancado de un mordisco, luego para que no gritara le enterró sus dedos en la garganta hasta romperle la laringe.

Los gritos cesaron, pero su madre los había escuchado, entonces golpeó la puerta de habitación preocupada, como no recibía ninguna respuesta la derribó de un golpe y al entrar vio cómo su hija estaba comiendo el cuerpo de aquel chico, era horroroso ver como se gozaba probando uno de sus ojos, casi le había comido todo su rostro, se podían ver los huesos y algunos pedazos de músculos. Su madre solo comenzó a gritar intentando reflexionar lo que estaba viendo.

Josefina intentó advertirle que esa no era ella, que saliera corriendo de aquel lugar, no la quería perder también a ella, pero ¿Cómo podía hacerlo?, pensaba mientras veía que su cuerpo se acerca lentamente a su madre, y recordó que aquel espectro había podido tocar el vidrio de su ventana, salió corriendo y rápidamente comprobó si su teoría era correcta, y si podía tocarlo. De un puñetazo rompió el vidrio, entonces el tremendo ruido hizo perder la concentración de aquel demonio que se había apoderado de su cuerpo. Era la oportunidad perfecta para que su madre saliera corriendo, pero su madre hizo todo lo contrario, y salió a abrazar a su hija.

Comenzó llorar, pero luego un dolor sintió en su corazón, se miró el pecho y tenía un pedazo de vidrio clavado.
¿Por qué? – Preguntó su madre – sin recibir ninguna respuesta.
La sangre comenzó a salir, rápidamente y su madre fue perdiendo fuerzas hasta que cerró sus ojos y abandono este mundo.

Josefina lloraba al lado de su madre, solo eso podía hacer, no podía tocarla, pero podía observar que estaba muerta. Su cuerpo se comenzó a mover nuevamente, para salir en busca de nuevas víctimas, pero ella debía hacer algo, entonces agarró un pedazo de vidrio y salió corriendo hacia su cuerpo, y lo clavó en medio de su cuello.

Ella podía observar como de su cuello salía sangre, pronto moriría, pero no permitiría que otra persona muriera manchando sus manos, cuando no era ella quien lo hacía.

Los ojos de su cuerpo se iban cerrando lentamente y antes de que se muriera lo que controlaba su cuerpo, lo abandonó, haciendo que su alma volviera nuevamente a donde pertenecía.
Josefina perdió el conocimiento por unos segundos pero luego abrió nuevamente los ojos, y observó sus manos, se tocó la cara y definitivamente volvía a estar en su propio cuerpo, pero sintió un dolor fuerte en el cuello, se tocó y había sangre. La alegría poco duró ya que le quedaban pocos minutos de vida.

Con sus últimas fuerzas se arrastró hacia donde estaba su madre, la abrazó fuertemente y le pidió perdón, rogando que de alguna u otra forma ella la pudiera sentir. De sus ojos corrían lágrimas de dolor y desesperación., se acurrucó junto a su madre, y espero pacientemente la llegada de la muerte, mientras observaba en el reflejo de los vidrios, que habían quedado esparcidos por el piso, como aquel espectro reía y reía.

La noche pasó, y la mañana se hizo presente. El lugar estaba lleno de policías, investigadores y detectives, el caso era realmente atroz, pero hasta el día de hoy, no encontraron ninguna explicación a ese asesinato.






créditos: creepy art

miércoles, 20 de febrero de 2013

puedo sentir tu miedo

puedo escuchar tu respiración a miles de metros. es fascinante verte huir de mi, aunque dices que no soy real: soy tan real como tu como tu miedo al verme convertido en todo un espectro que solo quiere verte morir.
se que sonreiré cuando tu estés agonizando, porque solo será una venganza, aunque tu no sabrás la razón de todo.

martes, 19 de febrero de 2013

Dudar sobre la existencia de los demonios puede jugarte una mala pasada. Demonios de todo tipo los cuales son reyes de las pestes inimaginables que habitan en la tierra. Los demonios ingresan lentamente a nuestros cuerpos, acaso nunca hiciste algo incorrecto, o la necesidad de hacer algo macabro?, pero cuando ingresan por completo, ya no hay escapatoria, todo se vuelve oscuro, el demonio se apodera de tus 5 sentidos, y para entonces solo tienes sed de sangre, y muerte.


UN DATO: el peor encuentro paranormal

se dice que el peor encuentro paranormal con el que te puedes encontrar es de niños asesinados que se quieran vengar ya que uno de tus parientes les haya quitado la vida, los demonios bendicen con su maldad a estas pequeñas almas las cuales solo sentían temor, un temor inmenso el cual se convirtió en odio, en rencor, en venganza, dios nos cuide!

el hombre de la mascara blanca.


salí como de costumbre temprano a mi escuela, antes de subir al autobús vi al frente de la calle a una persona con mascara blanca mirándome. de repente  llego el autobús y cuando subí no había nadie, al cabo de unas horas les reste importancia.
cuando ya era momento de regresar a casa, perdí el autobús  así que tuve que irme caminando, ese fue mi primer error.
mientras caminaba me sentía observada, volteaba..pero no había nadie, cuando mire hacia al frente vi al hombre de la mascara, parado delante mio.
sin pensarlo corrí al lado contrario, después de correr unas cinco calles, mire y ya no había nadie.
comencé  a calmarme, solo es mi imaginación  volví a caminar hacia mi casa, cuando llegue, deje lo que había pasado anteriormente y almorcé  descanse unos minutos y fue a mi cuarto a hacer mis tareas, cuando mire para la ventana, lo vi, al hombre de la mascara blanca, mirando hacia mi ventana.
ya no lo soportaba mas, comencé  a llorar desconsoladamente, escuche unos golpes en la puerta, corrí y me escondí en el closet.
escuche mas ruidos y nuevamente el sonido de la cerradura  aterrorizada salí del closet y en el piso se encontraba una mascara.
"todo esta en mi mente"... me calmaba mis pensamientos.
al día siguiente antes de tomar el bus, lo vi nuevamente, pero el autobús aun no llegaba y el se me acercaba, el miedo me consumía, no podía correr ni gritar, mi cerebro me estaba traicionando en estos momentos.
-te estuve observando sofy, tranquila, no te va a doler... tanto.

dijo el poniéndome un pañuelo en la cara, caí al piso, desperté en un sótano y escuche ruidos, era el hombre de la mascara con un cuchillo.
mire a los lados, había mujeres degolladas y colgadas en el techo, una lagrima se resbalo por mi mejilla.
tomo el cuchillo y comenzó a hacerme cortes en mi cuerpo, luego comenzó a arrancarme  mi piel con sus manos y a golpearme si lloraba, el dolor era terrible, cuando creía que no podía soportar mas, el tomo una revolver y me disparo en seco, sin piedad alguna, pude ver como seguía arrancando mi piel con sus manos, piel de mi cuerpo sin vida, como su mascara blanca se tornaba roja.
cuando termino, colgó mi cuerpo en la pared, junto a las otras mujeres..
despierto, solo fue un sangriento sueño, respiro aliviada y con el corazón latiendo a mil por minutos, unos ruidos en la ventana, la abro y miro el horizonte, veo a un hombre con apariencia muy rara, parece que tiene una mascara blanca, me froto los ojos y no hay nadie, escucho que alguien golpea mi puerta.........ayúdenme! 

                                             

Mary Shaw





Cuidado con la mirada de Mary Shaw.
Ella no tenía hijos, sólo muñecos.
Si la ves en tus sueños,
Asegúrate de nunca, nunca gritar,
O si no la lengua te va a cortar...

lunes, 18 de febrero de 2013

FOBIAS.







Filias 
Las filias, segun la psicologia, son atracciones a determinadas realidades o situaciones. Significan lo  que las fobias. 

Fobias 
Una fobia, es un trastorno de  emocional que se caracteriza por un miedo intenso y desproporcionado ante objetos o situaciones concretas. 


Formas
 
Conviene hacer notar que, en el lenguaje cotidiano, las «filias», al emplearse comúnmente como sinónimo de afición, no compartan de ordinario, significaciones patológicas; así,  referirse a ciertas diversiones cuya nota es cierta intencionalidad evasiva de carácter individual; también para designar diferentes especialidades deportivas, o la actitud de simpatía suscitada por algún grupo étnico o político 



Tipos de Filias: 

Aerofilia: atracción a volar. 
Abasiofilia: atracción a las personas cojas. 
Acrofilia: atracción a las alturas o personas altas. 
Acrotomofilia: atracción por los miembros amputados. 
Acucullofilia: atracción por los penes circuncidados. 
Agalmatofilia: atracción sexual por estatuas o maniquíes desnudos. 
Agonofilia: atracción por la lucha con la pareja. 
Agorafilia: atracción a los espacios abiertos. 
Agrexofilia: atracción por el hecho de que la actividad sexual sea oída por otras personas. 
Albutofilia: atracción por los baños y duchas calientes. 
Algofilia: atracción por sentir dolor (no sexual). 
Algolagnia: atracción por infligir dolor (no sexual). 
Altocalcifilia: atracción por los tacones altos como fetiche. 
Alveofilia: atracción por tener relaciones sexuales en una bañera. 
Amaurofilia: atracción por la ceguera. 
Anastimafilia: atracción por el sobrepeso de los demás. 
Androginofilia: atracción por personas andróginas. 
Andromimetofilia: atracción por las mujeres vestidas de hombres. 
Anglofilia: atracción por lo inglés. 
Apotemnofilia: atracción por la idea de ser amputado. 
Aracnofilia: atracción a las arañas. 
Asfixiofilia: atracción por asfixiar a la pareja. 
Astrafilia: atracción a los truenos y relámpagos. 
Autagonistofilia: atracción por ser visto por otras personas durante el acto sexual. 
Autoabasiofilia: atracción por estar o violarse a un cojo. 
Autoasasinofilia: atracción por la fantasía de ser asesinado. 
Autoasfixiofilia: atracción por asfixiarse. 
Automisofilia: atracción por ser ensuciado o corrompido. 
Autonepiofilia: atracción por utilizar pañales y ser tratado como un bebé. 
Autoungulafilia: atracción por rascarse los propios genitales. 
Belonefilia: atracción a pincharse y a las agujas. 
Biastofilia: atracción por asaltar a alguien contra su voluntad. 
Catafilia: excitación sexual del hombre cuando se somete a su pareja. 
Cateterofilia: atracción por los catéteres. 
Coreofilia: atracción por el baile erótico. 
Cinofilia: atracción por los perros 
Claustrofilia: atracción a espacios cerrados. 
Clismafilia: atracción por los enemas. 
Colpofilia: atracción a los genitales en general. 
Consuerofilia: atracción a coserse zonas de la piel con aguja e hilo. 
Coprofilia: atracción al estiércol. 
Coulrofilia: atracción a los payasos. 
Crematistofilia: atracción producida al pagar por sexo 
Crematofilia: atracción a ser cremado. 
Criptoscopofilia: atracción a contemplar la conducta (no necesariamente sexual) de otras personas en la privacidad de su hogar. 
Crurofilia: atracción por las piernas. 
Cronofilia: atracción de personas jóvenes por personas de más edad. 
Dacryfilia: atracción por ver lágrimas en los ojos de la pareja. 
Deipnofilia: atracción a las conversaciones de sobremesa y cena. 
Demofilia: atracción a las muchedumbres. 
Dendrofilia: atracción a frotarse contra los árboles. 
Dextrofilia: atracción a objetos a la derecha del cuerpo. 
Dipsofilia: atracción a beber. 
Dysmorfofilia: atracción hacia personas deformadas. 
Dorafilia: atracción a pieles animales, sintéticas o de cualquier otro tipo. 
Efebofilia: atracción sexual de una persona madura hacia un adolescente varón entre 13 a 18 años. 
Elefilia: atracción por los tejidos. 
Electrofilia: atracción por los choques eléctricos. 
Emetofilia: atracción por el acto de vomitar. 
Enditofilia: atracción por ver a la pareja vestida. 
Erotofonofilia: atracción a realizar llamadas telefónicas utilizando lenguaje erótico. 
Escopofilia: atracción a mirar abiertamente a otras personas en el acto sexual. 
Espectrofilia: atracción producida por la imagen en el espejo. 
Estigmatofilia: atracción por los tatuajes, agujereamientos (píercing), sacrificios o cicatrices. 
Eufilia: atracción a las buenas noticias. 
Exofilia: atracción ante lo inusual o bizarro. 
Falofilia: atracción por los penes grandes. 
Fermininofilia: atracción a lo feo. 
Flatofilia: atracción por el olor de los gases intestinales propios o de la pareja. 
Formicofilia: atracción por el reptar de insectos o animales pequeños sobre los genitales. 
Gerontofilia: atracción sexual de una persona joven por un hombre de edad mucho mayor. 
Ginemimetofilia: atracción por los travestis. 
Gimnofilia: atracción por la desnudez. 
Graofilia: atracción sexual de una persona joven por una mujer de edad mucho mayor. 
Harpaxofilia: atracción a ser robado con violencia (puede ser sexual). 
Hebefilia: atracción por niñas púberes. 
Hematofilia: atracción a la sangre. 
Hibristofilia: atracción por tener relaciones con un violador. 
Hidrofilia: atracción al agua. 
Hierofilia: atracción sexual por las cruces. 
Hifefilia: atracción por los objetos ajenos, ropa, cabellos, piel, etc. 
Higrofilia: atracción a los fluidos corporales. 
Hipnofilia: atracción a contemplar personas dormidas. 
Hipoxifilia: atracción a la falta de oxígeno. 
Hirsutofilia: atracción por el vello. 
Homiliofilia: atracción por predicar una religión a una persona sencilla y fácil de convencer de cualquier cosa. 
Homofilia: atraccion sexual por una persona del mismo sexo. 
Ipsofilia: atracción sexual sólo por uno mismo. 
Jactitafilia: atracción por el relato de las propias hazañas sexuales. 
Lactafilia: atracción por los pechos en periodo de amantamiento. 
Levofilia: atracción a objetos a la izquierda del cuerpo. 
Ligirofilia: atracción a ruidos fuertes. 
Logizomecanofilia: atracción a los ordenadores. 
Macrofilia: atracción por las personas grandes o rollizas. 
Mecafilia: atracción sexual por los automóviles o maquinaria pesada. 
Maieusiofilia: atracción por mujeres embarazadas. 
Maniafilia: atracción a la locura. 
Menstruofilia: atracción por una mujer menstruando. 
Merintofilia: atracción por estar atado. 
Metalfilia: atracción al metal 
Microfilia: atracción sexual por las personas pequeñas o enanas. 
Misofilia: atracción a la ropa sucia. 
Morfofilia: atracción por personas con ciertas características físicas (sólo rubios, sólo gordas etc.) 
Moriafilia: atracción por los chistes sexuales. 
Nafefilia: excitación por tocar o ser tocado. 
Narratofilia: atracción por las narraciones eróticas. 
Necrofilia: atracción hacia los muertos(sexual). 
Neofilia: atracción a lo nuevo. 
Negrofilia: atracción hacia personas negras. 
Nictofilia: atracción a la oscuridad. 
Ninfofilia: atracción sexual de un adulto por una adolescente. 
Nomatofilia: atracción a los nombres. 
Oclofilia: excitación ante una multitud de personas reunidas. 
Odofilia: atracción por los viajes. 
Ofidiofilia: atracción hacia las serpientes. 
Olfactofilia: atracción por el olor de la transpiración, o de los genitales. 
Ortofilia: atracción a la propiedad. 
Ornitofilia: atracción por las aves. 
Otofilia: atracción por las orejas. 
Parafilia: comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer no se encuentra en la cópula, sino en alguna otra actividad. 
Partenofilia: atracción por las vírgenes. 
Pediofilia: atracción por las muñecas. 
Pedofilia: atracción a los niños. 
Pigofilia: atracción por el contacto con las nalgas. 
Pirofilia: atracción hacia el fuego. 
Polyiterofilia: personas que necesitan tener una serie de parejas sexuales consecutivas antes de conseguir el orgasmo. 
Ponifilia: atracciónn por los ponis. 
Psicrofilia: atracción al frío o a ver a personas con frío. 
Pubefilia: atracción a contemplar vello pubiano. 
Pungofilia: necesidad de ser pinchado con el fin de obtener placer sexual. 
Rabdofilia: atracción a ser flagelado. 
Ripofilia: atracción a la suciedad. 
Salirofilia: excitación al ingerir la saliva de la pareja. 
Somnofilia: atracción por acariciar y realizar sexo oral a una persona dormida hasta despertarla. 
Sudorofilia: atracción por el sudor. 
Tafefilia: excitación proveniente de ser enterrado vivo. 
Traumatofilia: atracción a las lesiones. 
Tripsofilia: atracción por ser masajeado o por hacerse lavar el cabello. 
Urofilia: atracción por la orina. 
Xenofilia: atracción a los extranjeros. 
Zelofilia: atracción a la envidia. 
Zemifilia: atracción a los topos. 
Zoofilia: atracción a los animales.
 


Tipos de Fobias: 

Abismofobia:Temor a lo profundo 
Acluofobia:Temor a la oscuridad 
Acrofobia:Temor a las alturas 
Acuafobia:Temor al agua 
Agorafobia: Temor a los lugares públicos; o a eventos y espacios donde escapar sea imposible o no haya ayuda disponible 
Algofobia:Temor al dolor 
Alodoxafobia:Temor a las opiniones ajenas 
Amatafobia:Temor al polvo 
Amaxofobia:Temor a conducir un vehículo 
Amofobia:Temor a la amotinación 
Androfobia:Temor a los hombres 
Anemofobia:Temor al viento 
Aporofobia:Temor u odio a los pobres 
Aritmofobia:Temor a los números 
Astrafobia:Temor a los truenos, relámpagos, rayos y tormentas 
Autofobia:Temor a estar solo 
Aurofobia:Temor al oro o al dinero 
Aviofobia:Temor a volar 
Bacteriofobia:Temor a los microbios y bacterias 
Basofobia:Temor irracional a caerse 
Botanofobia:Temor a las plantas 
Caliginofobia:Temor a las mujeres hermosas 
Catagelofobia: Temor a hacer el ridículo 
Cibofobia: Aversión a la comida, relacionada con la anorexia 
Cinefobia: Temor, rechazo o aversión al cine y/o las películas 
Coimetrofobia: Temor a los cementerios 
Claustrofobia: Temor a espacios cerrados o confinados 
Cobalfobia: Temor al número 555 
Coprofobia: Temor a las excreciones 
Cromofobia: Temor a los colores 
Coulrofobia: Temor a los payasos 
Demofobia: Temor a las muchedumbres 
Dentofobia: Temor a los dentistas y procedimientos dentales 
Dextrofobia: Temor al lado derecho 
Dipsofobia: Temor a beber, principalmente bebidas alcohólicas 
Dismorfofobia: Temor u obsesión por un defecto físico, ya sea real o imaginario 
Emetofobia: Temor a vomitar 
Emoiftofobia: Temor a emos y homosexuales 
Erautofobia: Temor al color rojo 
Ergasiofobia: Temor a trabajar o funcionar. Temor de un cirujano por operar 
Erotofobia: Temor al afecto sexual o a las preguntas sexuales 
Eritrofobia: Sonrojamiento patológico 
Euretrofobia: Temor a sonrojarse o ruborizarse 
Fagofobia: Temor a comer o a tragar 
Fonofobia: Temor a los sonidos fuertes 
Fobofobia: Temor al miedo 
Gefidrofobia: Temor a cruzar puentes 
Gamofobia: Temor a casarse 
Genofobia: Temor al acto sexual 
Globofobia: Temor a los Globos o disgusto por la globalización y la economía de mercado 
Glossofobia: Temor a hablar en público 
Gimnofobia: Temor a la desnudez 
Ginefobia: Temor a las mujeres 
Heliofobia: Temor a la luz solar 
Hemofobia: Temor a la sangre 
Hexakosioihexekontahexafobia: Temor al número 666 
Hipegiafobia: Temor a la responsabilidad 
Hoplofobia: Temor a las armas de fuego 
Lalofobia: Temor a hablar 
Latrofobia: Temor a los médicos 
Levofobia: Temor al lado izquierdo 
Marisolfobia: Temor a las razas africanas y a las personas muy flacas 
Misofobia: Temor a los gérmenes o a la contaminación por suciedad 
Necrofobia: Temor a los cadáveres o a la muerte 
Neofobia: Temor a la novedad o a lo nuevo 
Nosofobia: Temor a contraer una enfermedad 
Nictofobia: Temor a la oscuridad 
Osmofobia: Temor a los olores 
Paraskavedekatriafobia: Temor al Viernes 13 (En muchos países el temor puede existir en el Martes 13, que seríaTrezidavomartiofobia
Panfobia: Temor de todo o miedo constante sin saber la causa específica de éste 
Pirofobia: Temor al fuego 
Radiofobia: Temor a la radioactividad o a los Rayos-X 
Rutilofobia: Miedo a los pelirrojos. 
Sociofobia: Temor o disgusto hacia la gente en general (Sociópata) 
Tafofobia: Temor a las tumbas o a ser sepultado vivo 
Tanatofobia: Temor a la muerte o a morir, se le relaciona comúnmente con la necrofobia 
Tecnofobia: Temor o repulsión a la tecnología (Ludismo) 
Teratofobia: Temor a los monstruos 
Tetrafobia: Temor al número 4 
Tokofobia: Temor al nacimiento de los niños 
Triskaidekafobia: Temor al número 13 
Tripanofobia: Temor a las agujas, jeringas, inyecciones u objetos puntiagudos 
Tripofobia: Temor a los huecos y agujeros 
Vestiofobia: Aversión o fastidio hacia la ropa, común en bebés 
Xenofobia: Temor a los extranjeros, desconocidos o alienígenas 
Yauntofobia: Temor al color amarillo

CRÉDITOS: salome anastasia (vía facebook).

CLEPTOMANÍA:



es un trastorno del control de impulsos que lleva al robo compulsivo de cosas. La persona que padece dicho trastorno recibe el nombre de cleptómano o ladrón compulsivo.
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Suelo tomar pequeñas cosas de mi alacena, para comer algo mientras estoy en el trabajo, pero a pesar de esto siempre tomo las sopas frías de mi compañeros de bloque. Un día robe un dinero que vi en una mesa, era tan tentador que no pude evitarlo, robo zapatos, chocolates, dulces y otras cosas en los supermercados. Soy tan habilidoso que nadie se ha dado cuenta, inclusive ni yo mismo cuando estoy distraído. Actuó por instinto, algo me dice que tomar las cosas es buena idea, que nada me pasara, pero otra voz me dice que no. Entiendo que es mi conciencia pero algunas veces la puedo ver, ese es el problema; me estoy volviendo un enfermo.

Todo es tranquilo mientras estoy en mi casa, mis dos voces me acompañan cada vez mas y ahora ya no desaparecen, solo me dicen que salga y vaya y hurte algo, cualquier cosa; la idea es tenerlas contentas. Creo que les temo y me controlan un poco, pero aquí el monitor soy yo y decido si salgo o no (en eso es lo único que puedo tomar decisión), y en cuanto salgo mi poderío se desvanece y mis dos compañeros de mente me acompañan como fieles perros, siempre atrás mío, inclusive intentan dispersar mi sombra, pero ella es más tenaz y aun no cede. Quisiera ser como ella, templada y firme. Porque en cuanto a mí, me he convertido en fiel lacayo de mis instintos de mis impulsos y como muchos se han dado cuenta mi vida aunque parezca fácil (obedecer y ya) es un poco complicada, sobre todo cuando tienes 2 voces en tu cabeza que puedes ver y una sombra que es como el opuesto total tuyo; aunque se limita a imitarme yo sé que planea algo contra mí.

Esta sombra es otro caso, tengo una relación un poco distante con ella, aunque la veo todos los días aun no la comprendo por completo. Pero aseguro, afirmo y tal vez juro que mi conciencia y mis instintos quieren hacerme una mala pasada, siempre me hacen errar pero nunca me ayudan a enmendar los errores –traidoras- . Acabo de robar unos pendientes que vi en una joyería, los policías intentan venir por mí, pero tan astuto soy que lo he tirado al caño, no me servían para nada. Mi conciencia juega conmigo, mis instintos hablan, mi sombra solo me ignora a sabiendas que ando en apuros y se queda impávida bajo mi silueta – despreciable sombra no me has de servir para nada-.

``Aun sospecho que traman algo, lo presiento, cada vez soy menos yo, no entiendo que pase, pero me están ganando. Era de esperarse, soy un cobarde.´´

Dicho y hecho, hoy ya no soy yo, hablo con mi mismo porque ya nadie cree, no me creen que no es mi culpa que ellos sean tontos y dejen sus cosas distraídas, no es mi culpa que me hagan tan fácil despojarlos de sus utensilios. Como venía diciendo, mis voces me han enloquecido; no de una manera maníaca, pero si desequilibrada, un tanto perversa. Me han pedido que me apropie de algo y no es precisamente un objeto, quieren ver lagrimas (no mías por supuesto) pero quieren saber que es apropiarse de otra vida, de la vida ajena, quieren que con mis dotes de perspicacia y motricidad, me lleve el corazón de un niño.

No entiendo el fin de esta conciencia viva que domina en este momento sobre mí, no entiendo, si me quiere hacer sufrir o hacer sufrir a los demás. Si quisiera hubiera podido acabar con mi vida hace mucho tiempo, pero esa estúpida necesidad de vida siempre me quita el aliento, me aterroriza, ni siquiera la paz ha querido estar conmigo. El infierno se acerca, lo presiento igual que los planes de la voz de mi conciencia, así mismo presiento lágrimas, no mías ahora, con la perversidad de los instintos tal vez sí. Hasta intente robar mi propia vida, probablemente pase eso, pero por ahora me limito a seguir ordenes, a robar corazones (estoy hablando en literal) de pequeños infantes distraídos, así como billeteras en bolsillos, así de sencillo es quitarle la vida, el corazón a esos pequeños niños.

Habla la voz de una persona desesperada, la voz de una conciencia que apoya los instintos y una sombra que no sirve para nada. Por eso hoy camino en la noche y siempre estoy en lo oscuro, no quiero saber nada mas de ella –habla la conciencia-.

créditos (creepy art).

los ojos de la muerte


creepy pasta

Cuando nací, tenía los ojos muy raros, los médicos pensaron que no podía ver, pero luego de unos análisis y todo eso, pudieron comprobar que si podía ver, que todo era normal.
Al pasar los años, yo era hija única y más o menos cuando tenía 5 años de edad, descubrí que podía ver un número en la frente de cada persona en mi madre, mi padre, de todos, pero todos los números eran diferentes, no entendía cuál era ese significado, y por miedo jamás dije nada a mis padres.


Un día mientras jugaba con mis muñecas y pude ver que mi padre solo tenía el número 3 en su frente, y antes había tenido muchos más, no me preocupé y seguí jugando, sin ningún problema. Al día siguiente mi padre tenía el número 2, y al día siguiente tenía el 1, yo estaba un poco feliz pensaba que si llegaba a 0 todo estaría bien, pero no fue así.


Aún recuerdo ese miércoles a la noche, yo estaba viendo la tv, cuando el teléfono sonó, y mi madre fue a atender, yo observaba atentamente a mi madre, y entonces su rostro se tornó pálido, y comenzó a llorar como nunca, yo me asuste ciertamente pero no entendía que sucedía. Después de que mi madre lloró todo la noche, al día siguiente, me contó todo, mi padre había fallecido en un accidente. Yo no lo podía creer, sentía rabia, por mi culpa mi padre había fallecido, todo era culpa mía.


Los días pasaron, y se lo conté a mi madre, ella al principio no me creyó, pero yo se lo quise demostrar, así que decidimos buscar a una persona que tuviese pocos números en su frente, y así fue, encontramos una anciana, caminaba por la calle y justo tenía el número 1 en la frente, recuerdo que era de día, y con mi madre la comenzamos a seguir, recuerdo haber estado un poco nerviosa porque no sabía si lo que había visto era cierto. La anciana se dirigió hacia un parque, y nosotros la seguíamos, al llegar al parque ella seguía con su número ya habían pasado varias horas, hasta que sucedió, la anciana se paró, y se dispuso a cruzar la calle, a todo esto la estábamos observando con mi madre, entonces la anciana cruzó la calle, y venía un auto, este frenó y la esquivo pero otro auto también venía detrás y no alcanzo a frenar, la anciana quedo debajo de las ruedas del auto, sus sesos estaban esparcidos por toda la calle, la gente gritaba y todos estábamos atemorizados, más que nada yo y mi madre que lo que yo había pensado era cierto.


Al volver a mi casa, mi madre no me hablaba, yo le pedía perdón, no quería aquellos ojos, entonces mi madre se abalanzó hacia mí y dijo: “¿Cuantos números tengo en mi frente?, ¡Dime!”, yo observé su frente y recuerdo que tenía varios números, el número era 18250, ella solo me miró y luego de eso lloró y me abrazó, ella dijo: “Tú no tienes la culpa de esto, nadie la tiene”. Yo solo la escuche y comencé a llorar, luego de eso fuimos a la cocina, y cuando la observé nuevamente ese número había cambiado drásticamente, el número que tenía en su frente era 9125 y yo estaba asustada, por lo que había visto, y dije: “¡Mamá!, ¡el número de tu frente cambió! Ahora es mucho más chico, su rostro se tornó pálido y dijo: “¿Qué número es ahora?”, dije 9125, entonces ella comenzó a sacar cuentas, y los días se habían descontado justo a la mitad. Ella solo dijo: “Esta bien hija, no te preocupes, mamá está bien”, nuevamente la observe y su número otra vez había cambiado. Esta vez el número era 4380, solo lloré y la abracé, no entendía porque sucedía eso con mi madre y porque con las demás personas no.


Los días pasaban y yo seguía preocupada, las horas pasaban a velocidades muy rápidas, la gente seguía muriendo sin que yo pudiera hacer nada, pero resultaba rara una cosa, yo era la única que no podía ver ese número en mi frente.


El tiempo pasó y crecí, como siempre todos me discriminaban por mis ojos diferentes, me llamaban bruja y cosas por el estilo. Yo ya estaba acostumbrada, lo único que les decía el número de tu frente es el siguiente y les descontaba varios días de su frente. Un día estaba muy frustrada había un niño muy molesto, estaba tan enfada que solo comencé a decirle los números que tenía en su frente, hasta que llegaron a ser muy pocos, yo solo reía y el niño seguía molestando, algo en mi necesitaba saber qué pasaría si decía esos números hasta que llegaran a 0, entonces sucedió, los dije hasta que llegaron a 0, y cuando sucedió al niño se le llenaron los ojos de sangre, comenzó a vomitar sangre, gritaba pidiendo auxilio, yo solo lo miraba y me reía por lo que había descubierto, el niño murió, luego llegó emergencias y confirmaron la muerte del niño, todo era terrorífico pero a la vez placentero, me sentía toda una diosa haciendo ese tipo de cosas.


Esa misma tarde llegué a mi casa, el número que mi madre tenía en su frente era el 4, yo estaba realmente preocupada por ella, porque si le llegaba a decir algo, de seguro su número se volvía a descontar. El día se aproximaba, y sin que ella sospechara decidí por mis propios medios tratar de vencer a la muerte, ese día recuerdo estar un poco nerviosa yo era la única capaz de salvar a mi madre, y la convencí de que fuésemos a la casa de mi abuelos que quedaba bien lejos de la ciudad.


Al llegar a la casa de mis abuelos, mi madre tenía el número 1 en su frente, yo estaba tranquila en esas circunstancias no pasaría nada, a menos que yo no dijera el número, todo sería perfecto. Los minutos pasaban, ellos se divertían pero yo sentía temor por dentro, la noche llegó y todo era silencio, solo se escuchaban uno que otro insecto, esa noche no podía dormir estaba realmente preocupada por mi madre, pero de pronto se escucharon unos gritos provenientes de la piezas de mis abuelos, se escucha: “Al suelo, esto es un asalto, díganos donde ocultas el dinero”. Mi cuerpo se llenó de pánico, estaba realmente asustada, y no podía comprender como podía suceder eso, ¿Acaso era imposible vencer a la muerte?, pero no quería que mi plan fallara, entonces me dispuse a correr hacía la cocina, los ladrones ya habían capturado a mi madre, y amarrado a mis abuelos, mi madre era realmente bella, entonces ellos decidieron violarla, poco a poco la fueron desvistiendo, y la amenazaron que si no se dejaba violar la iban a matar, poco a poco mi madre se iba quedando desnuda, y nadie de nosotros podía hacer nada, de pronto mi madre, golpeó a uno de los ladrones y me dijo: “¡Corre!, salva tu vida”, y justo cuando la observé por última vez el número de su frente cambió a 0, luego de eso recibió un disparo en su frente, yo no pude hacer nada, solo contemplar aquel hecho, comencé a gritar, la rabia se apoderó de mi cuerpo, sentía mi rostro caliente, mi respiración se tornó molesta, verdaderamente estaba furiosa, entonces comencé a decir los números de la frente de cada uno de aquellos sujetos, hasta que todos murieron. Verdaderamente sentía el poder correr por mis venas, sentía ganas de seguir haciendo aquello, así que también lo hice con mis abuelos, hasta que ellos también murieron.


Me había quedado sola, y esa misma noche dormí junto al cuerpo de madre, la acariciaba y pensaba, que quería acabar con mi sufrimiento, entonces decidí acabar con mi vida, agarré una de las armas de uno de esos sujetos y me decidí a disparar, pude sentir como la muerte se apoderaba de mi cuerpo, pude contemplar por unos minutos mi propio cuerpo, pero de pronto apareció un hombre a mi lado, él dijo lo siguiente: “Tú no puedes morir aún, todos los años que robaste de aquellas personas ahora te pertenecen y vivirás hasta que estos lleguen a 0”. Seguido de eso desperté, y sentía mi cuerpo cansado, otra vez había vuelvo a la vida. Solo gritaba y gritaba, que había hecho para merecer tal maldición.


Los años pasaron pero ese recuerdo ya quedó atrás, me decidí en seguir con mi vida, sigo viendo como la gente muere, excepto yo, ya e intenté varias formas de acabar con mi vida pero todo es inútil. Soy como un demonio solitario en este mundo, la gente me mira feo, nadie me quiere por mis ojos raros, pero lo que si se, es que de todos ellos yo me alimento sacándoles poco a poco los años de vida. Ya me acostumbre a verlos morir, la muerte se volvió muy común para mí, se podría decir que es mi mejor amiga.


Ahora estoy un poco aburrida, ¿Acaso quieres jugar conmigo?, o ¿Prefieres que comience a decir los números de tu frente?

Imaginación.




La mente humana es capas de crear infinidades de cosas. Una de ellas se basa en la imaginación.

Desde el momento en que imaginamos algún espectro o algo similar, este cobra vida, y se alimenta del miedo que sientes por él. 

Muchas veces ellos se quedan cerca tuyo, ¿Acaso nunca sentiste que alguien te observa?. Ellos siguen ahí, algunos se logran comunicar, en tus pesadillas es una de las formas mas comunes, otros simplemente esperan el día de tu muerte para no dejarte descansar tranquilo.

Y cuando al fin se cansan, y cumplen su cometido desaparecen y con ellos el recuerdo de tu imaginación.